Por qué cualquier resolución superior a Full HD es absurda






Si la llegada de las resoluciones 2K a los smartphones ya tenía poco sentido, la incorporación del 4K es directamente insultante. Apenas una televisión de 60 pulgadas es capaz de sacarle partido a la resolución Ultra HD. Mucho menos un smartphone de 5,5 pulgadas. 

Sony acaba de lanzar su Xperia Z5 Premium, un terminal excelente en muchos aspectos, pero con una etiqueta de precio que lo sitúa entre los teléfonos Android más caros del momento: 799 €. La principal razón por la que este teléfono alcanza esa cifra está en su pantalla. Ningún smartphone ha traído hasta la fecha una resolución tan alta como este: 2160 x 3840 píxeles, que dan como resultado una densidad de 806 píxeles por pulgada. Unas cifras asombrosas. Una lástima que, en la práctica, no sirvan para mucho.
Cree la mitad de lo que ves

Esta no es una discusión nueva. El debate sobre si más resolución verdaderamente se traduce en mejor experiencia de visión lleva años presente. El principal problema es que muchos de los argumentos que oirás sobre este tema, especialmente por parte de los defensores de que "más es mejor", hacen eco de los razonamientos que los fabricantes utilizan a la hora de defender las especificaciones de sus productos.


He aquí algo interesante: los argumentos de los fabricantes tienden a cambiar con el tiempo. Toma el ejemplo de Huawei, por ejemplo, cuyo CEO Richard Yu dijo en 2013 que "el ojo no puede distinguir entre Full HD y 2K en un smartphone. No es posible diferenciar entre uno y otro, por lo que es una tontería". Dos años después Huawei fabrica, junto a Google, el Nexus 6P, con una resolución 2K en una pantalla de 5,7 pulgadas.

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